Smart City: la importancia de medir la contaminación ambiental usando tecnología de punta

La crisis hídrica, el aumento de la población y la contaminación ambiental nos han desafiado a repensar el crecimiento y desarrollo de las ciudades.

En este contexto, las mediciones de las variables ambientales proporcionan información objetiva y cuantitativa que permite a las autoridades tomar medidas oportunas para abordar los desafíos de la ciudad.

Es un tema relevante, considerando que esto tiene un impacto directo en la salud pública, protección ambiental, eficiencia energética y planificación urbana.

Factores como temperatura, calidad del aire y contaminación acústica deben ser considerados no solamente para el desarrollo de las políticas públicas a largo plazo, sino que también para tomar decisiones del día a día.

Se estima, por ejemplo, que un control oportuno de la contaminación atmosférica en Chile podría evitar 3.000 hospitalizaciones al año y más de 4.500 muertes prematuras. La información ambiental también permite planificar actividades deportivas o comunitarias, como eventos masivos, corridas o actividades al aire libre sin poner en riesgo la salud de las personas.

Afortunadamente, hoy existe tecnología que facilita acelerar la transición hacia ciudades inteligentes o “Smart Cities”. Gracias a la ciencia de datos, Tecnología de la Información y Comunicaciones, Internet de las Cosas y los sistemas de computación en la nube es posible tener múltiples equipos de monitoreo que transmiten la información ambiental en línea, en tiempo real, y que no requieren estar conectados al sistema eléctrico debido a que son autosuficientes desde el punto de vista energético.

Estos equipos miden variables como material particulado, ruido, humedad, presión, temperatura y diversos gases con sensores que pueden instalarse en industrias, equipos móviles y en distintos puntos de las ciudades. Tecnología creada en Chile que visualiza en tiempo real las mediciones y genera alertas inteligentes para una oportuna toma de decisiones.

Esta solución puede llegar a ser hasta 360 veces más económica que una estación de monitoreo convencional, que para su funcionamiento requiere infraestructura, aire acondicionado, grandes monitores, gabinetes con instrumentación y, lo que es muy limitante, estar conectada a la red eléctrica. Además, permite tomar muestras realmente representativas de la diversidad que hay en una ciudad, comuna, barrio o sector.

En un mundo cada vez más conectado, desarrollos como éste deben ser considerados para darle más inteligencia a las ciudades y mejorar la calidad de vida de las personas.

Por Yeanice Vásquez, Fundadora y CEO de Airflux SpA.

Esta columna fue publicada en El Mostrador.